lunes, 15 de febrero de 2016

El constipado del Dovahkiin se vuelve una amenaza para Skyrim

Hace apenas seis días los vecinos de Paraje de Ivar y alrededores se han venido quejando de una intensa ola de frío que baja de la Garganta del Mundo, provocando heladas en los campos y más de una nevada que ha dejado el pueblo incomunicado. “Si aquí hace este frío no le quiero contar lo que puede hacer allá en la cima”, nos comenta Wilhelm, el posadero local, “los pobres Barbas Grises deben estar tan congelados que seguro que se prenden las barbas para entrar en calor”.

Ante tal adversidad, el pueblo entero se ha refugiado en sus hogares a la espera del cese del temporal, que parece no amainar.

Sin embargo, la sorpresa del posadero fue máxima al ser visitado por un aventurero completamente cubierto de hielo que, poco después, resultó ser el Dovahkiin en persona, cliente habitual de la posada por sus continuas idas y venidas a Alto Hrothgar. Tras preguntarle nuestro corresponsal acerca de sus intenciones en el pueblo en aquella ocasión con semejante mal tiempo nos respondió: “Tengo que subir leña y mantas a los Barbas Grises, que me dicen a voces que tienen frío…”, y, al preguntarle si no podía hacerlo otra persona nos dijo: “No, ¿quién sería digno? Si con esto del cuento del Sangre de Dragón tienen un criado a tiempo completo, ¿no os lo dejé claro en la última entrevista? En fin, voy a recoger provisiones y subiré otra vez…”, añadió, pesaroso.

A la tarde siguiente, el héroe de Skyrim regresó a la Posada de Vilemyr tiritando de frío y pidiendo a gritos una sopa caliente y un sitio junto al fuego: “El viento casi me tira de la montaña, pero conseguí bajar a tiempo para no congelarme”, pero sus síntomas de enfriamiento eran evidentes. Pese a la insistencia de la gente del pueblo por que se quedase y se recuperase, el Dovahkiin alegó tener que cumplir con sus obligaciones y se marchó de la localidad unas horas después.

Al cabo de poco tiempo, informes perturbadores llegaban a Riften, donde multitud de aldeanos se agolpaba ante las puertas de la ciudad pidiendo auxilio frente a unos terribles vientos huracanados procedentes del norte. Uno de los aldeanos afirmaba que “el viento no era algo continuo, sino que eran como ráfagas violentas que aparecían y desaparecían sin cesar, tan fuertes que una de ellas hizo que mi vaca saliera despedida hasta el corral del vecino, ¡imagínese cómo se puso cuando le dije que mi vaca se había colado en su parcela volando, casi me mata a palos llamándome ladrón!”, aseguraba. Lentamente, noticias similares iban llegando a oídos de Laila la Legisladora, jarl de la ciudad: informes sobre techos que salen despedidos, cosechas enteras arrasadas, bosques de árboles completamente doblados o arrancados, o incluso casos de personas que salían volando, como el de un niño del que su madre cuenta entre sollozos: “apenas me despisté un segundo, sólo fue entrar en casa para recoger unas cosas mientras mi hijo esperaba fuera y cuando voy a salir viene una de estas ráfagas mortales ¡y veo que mi pequeño sale despedido!”, las lágrimas eclipsan su relato mientras que su hijo pequeño, a su lado, no deja de poner cara de emoción y pedirle a su madre: “¡haz que sople otra vez! ¡Quiero volar otra vez! ¡Quiero volar, quiero volar!”, al tiempo que movía los brazos como si fueran alas para desesperación de su progenitora.

Este problema se agravó en las inmediaciones de Carrera Blanca, en donde casos similares, o incluso peores, llegaron a oídos de Balgruuf, en donde incluso varias chozas habían sido arrancadas de sus cimientos para caer, increíblemente, en plena ciudad. “No me cabe duda de que es una enorme molestia y un gran disgusto que los aldeanos vean cómo su casa vuela por los aires”, comentaba, “pero es innegable que si continúan <lloviéndonos> casas solucionaremos uno de los grandes problemas en nuestra ciudad: la falta de viviendas para la gente que desea instalarse en Carrera Blanca”, añadió, satisfecho.

Ante la negativa de Balgruuf a buscar una solución, la jarl Laila se vio obligada a contratar mercenarios y a enviar patrullas para intentar dar con el origen de estos vendavales.

Cuál fue la sorpresa de todos cuando la única patrulla que regresó, aunque maltrecha, de las diez que se mandaron traía consigo al propio Dovahkiin, extremadamente pálido y con un casco que le cubría el rostro por completo. “Fue muy difícil reducirle”, informó el capitán de la patrulla, cubierto por una extraña sustancia verde, “al principio pensábamos que estaba atacándonos, pero luego nos avisó de que iba a estornudar, y que nos apartásemos. Nos pareció una tontería, así que no le hicimos caso. Fue un gran error por nuestra parte: salimos despedidos al estornudar como sólo puede hacerlo un Dovahkiin, gritando, además de bañarnos, literalmente, de moco…”, dijo, mostrando, al igual que todos los presentes, una clara expresión de repugnancia al señalarse las ropas, momento en el que más de una persona no pudo reprimir una arcada.

Al ser interrogado, el héroe daba claras muestras de congestión al hablar: “Pued yo iba cabinando pod el cabpo cuando be entdadon ganad de estodnudad, y cuando lo hice vi que be dalía un gdito y yo…”, pero no pudo completar su versión de los hechos, ya que un violento “¡Aaaa… Fus!” le cortó el diálogo, demostrando con hechos lo que le había pasado sin necesidad de más palabras, destrozando por completo una de las paredes de la sala del trono y enviando a más de diez nobles, así como a la propia jarl, despedidos hacia atrás por la fuerza del grito, cubriéndolos de paso, de repugnante mucosidad

Pese a todo, se decretó que el Sangre de Dragón descansase hasta recuperarse en una de las celdas más profundas y resistentes que encontrasen, al tiempo que cumplía condena por intento de asesinato de la autoridad local y varios crímenes contra la salud pública y destrozo de bienes, medidas que fueron recibidas con alivio por parte de la población mientras intentaban rehacer sus vidas tras el paso del “huracán” provocado por un simple resfriado.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Un Barba Gris desorientado recorre Skyrim

Tras más de medio año de relativa calma en la provincia de Skyrim, los nórdicos se despertaron hace unos días descubriendo algo completamente insólito: un Barba Gris ha bajado de Alto Hrothgar y deambula, aparentemente sin rumbo fijo, por los pueblos al sur de la provincia nórdica.

Varios de nuestros corresponsales han intentado concertar una entrevista con él, pues los Barbas Grises rara vez regalan al mundo con su presencia, pero cada vez que nuestros colaboradores llegan a la posada donde se afirma que se hospedaba tal venerable persona descubren que había partido de madrugada, habiendo pagado generosamente su estancia, mucho más de lo que es costumbre. Frustrados, nuestros corresponsales fueron recabando información entre los aldeanos que afirmaban haberle visto, con el fin de intentar seguirle la pista lo mejor posible. “El tipo era bastante peculiar”, afirma Lucano Valerio, comerciante de Cauce Boscoso, “vino a mi comercio preguntando si vendía carruajes, de los grandes además, pero cuando le mandé a que hablara con un granjero, o con el herrero me dijo que no, que no quería un carro de esos. ¡Quería que el carro volara! Es de locos, le mandé a tomar vientos”. Hablando con el posadero de la misma localidad, Orgnar, vemos que no todos son de la misma opinión: “El pobre hombre parecía haberse caído de la Garganta del Mundo cuando vino aquí… Lleno de magulladuras y heridas, medio inconsciente a pesar de haber entrado por su propio pie, pero en poco tiempo se recuperó, muy rápido… Tiene que ser cosa de su dominio de la Voz o algo así, no me lo explico. Apenas habló con alguien, se marchó dos días después de llegar, dejando una bolsa que creía que estaba repleta de oro, pero resultó que era un juego de cubertería... Aunque no voy a negar que había pensado en comprarme uno nuevo, que los que tenemos en la posada están casi oxidados”, añadió sonriente.

Otro de nuestros corresponsales viajó a Paraje de Ivar intentando seguir la pista del misterioso Barba Gris, sólo para descubrir que ya se había marchado. “Nos fue preguntando a todos si habíamos visto algún alce suelto… No, alce no, renos.”, afirmó un cazador  alojado en la posada local. “Pensábamos que se había cansado de meditar y quería ir de caza, lo normal vamos, dígame usted quién en su sano juicio se encerraría en una montaña de por vida así porque sí, así que vimos normal que quisiese algo de aventura, pero puso un gesto extraño cuando le regalé un arco que tenía… <<No quiero matarlos, quiero encontrarlos para que me ayuden>>, me dijo, así que puede imaginarse mi cara de perplejidad cuando me devolvió el arma…”.

Ante estas revelaciones, en la redacción nos mostramos cada vez más confusos. ¿Qué hace un Barba Gris recorriendo Skyrim buscando renos? Cada vez más intrigados, buscamos más información acerca de su paradero, descubriendo al poco que en Riften ha habido un altercado relacionado con nuestro personaje, por lo que enviamos de inmediato a nuestro personal para enterarnos de lo acontecido allí. Sin embargo, sus informes son de lo más perturbador. Laila la Legisladora en persona, jarl de la ciudad, revela al periódico que “ese hombre es muy peligroso: la voz de alarma saltó en cuanto oímos gritos desde el orfanato, donde los guardias descubrieron a Grelod, gerente del lugar, inmovilizando a un hombre barbudo extraordinariamente gordo y todo vestido de rojo, de los pies a la cabeza. Al preguntarle a Grelod acerca de ese sujeto afirmó que estaba repartiendo caramelos y regalos que traía en un saco rojo a los niños, preguntándoles acerca de qué querrían que les trajera, así que obviamente dedujimos que el hombre podía ser un maníaco que podía llevarse a las pobres criaturas en ese mismo saco, engañándoles, así que fue arrestado de inmediato y ahora se encuentra en la prisión, a buen recaudo, siempre manteniendo fuertes medidas de seguridad, tanto en su detención como en su custodia, ya que, al ser un Maestro de la Voz, puede resultar muy peligroso, aunque aún no haya manifestado su poder”.

Tras esta declaración, la jarl, ante nuestros insistentes ruegos, permitió dejar que nos entrevistáramos con él, bajo nuestra cuenta y riesgo, pues “no piensa arriesgar la vida de su guardia por unos cuantos curiosos”, afirma.

Al llegar a la celda, protegida por al menos una veintena de soldados que, inmediatamente, nos dejan solos tras abrirnos las puertas, pudimos comprobar que el misterioso Barba Gris es tal y como nos lo habían descrito: inusitadamente grueso, con barba blanquecina y muy poblada y completamente vestido de rojo, con algún toque blanco en sus guantes y en su sombrero. Tras preguntarle acerca de su peculiar viaje e intenciones, su respuesta dejó aún más confusos a nuestros reporteros: “¡Ho, ho! Yo no sé qué es eso de la Voz que tanto me decís, ni vivo en una montaña, ho. Yo vivo en el Polo Norte y reparto regalos y felicidad por el Mundo entero, ¡ho, ho! Pero en mi viaje mis renos se extraviaron en una extraña tormenta, y mi trineo chocó contra las rocas, ho, ho, y por eso estaba buscándolos, e intentando comprar otro trineo, ho, el mío quedó hecho astillas… Intenté contactar con mis duendes allá en el Polo, pero aquí parece que no tengo cobertura, ho… ¿Los niños? ¡No quería llevármelos, ho! Ya dije que yo sólo reparto regalos a quien más lo necesita, y ya que tengo el saco lleno de juguetes tenía que repartirlos, ho, ho. ¡No puedo dejar morir la Navidad!”

Tras estas y otras muchas declaraciones similares, se determinó que el pobre Barba Gris tuvo que haber sufrido una terrible caída, afectando a su memoria y a su mente, creándole una nueva personalidad, por lo que la jarl dictó que fuera devuelto a Alto Hrothgar con una fuerte escolta, para que su Orden se encargara de él. Sin embargo, los últimos informes afirman que se escabulló de la patrulla durante una noche en el viaje, desapareciendo por completo.


Así, tras unos días de búsqueda intensiva, se perdió por completo su pista, decidiendo que había desaparecido definitivamente de Skyrim, pese a que extraños regalos aparecieron una noche pasados los hechos junto al fuego en cada hogar de la provincia. Se teme que haya sido obra del Capa Roja, como se le conoce al Barba Gris, por lo que el hecho ha pasado ahora a manos imperiales al tratarse de un grave asunto de allanamiento de morada múltiple. La gente empieza a temer por su seguridad al sentirse indefensos en sus propias casas,  por lo que los jarl han contratado a más de mil mercenarios de todos los rincones de Tamriel con el fin de garantizar el orden y evitar que cunda el pánico, mientras se prosigue su búsqueda en cada rincón, posada, cueva o fortaleza abandonada de Skyrim, sacando, de paso, a todos los bandidos y malhechores de estos rincones, por lo que la delincuencia, asimismo, ha bajado drásticamente como consecuencia de las operaciones de la guardia, siendo, por otro lado, un grato alivio para los nórdicos, que ahora pueden recorrer los caminos casi con completa seguridad. Seguiremos informando de las novedades de la búsqueda de Capa Roja, aunque no haya vuelto a dar señales de vida. 

sábado, 4 de julio de 2015

Skyrim en peligro debido a la pereza del Dovahkiin

Hace cuatro días, los Barbas Grises emitieron su peculiar grito atronador con el fin de llamar la atención del Dovahkiin, o Sangre de Dragón, para que acudiera a su presencia en el santuario de Alto Hrothgar, ubicado en la más alta montaña de todo Tamriel. En circunstancias normales el héroe tarda unas horas, o un día como mucho, entre que escucha su llamada desde cualquier rincón de Skyrim y asciende por el peligroso camino de la montaña conocido como "los siete mil escalones". Pero, tras un segundo grito de los Barbas Grises emitido ayer y un tercero emitido hace apenas unas horas el pueblo nórdico comprendió que algo no iba según lo esperado.

Ante la imposibilidad de contactar con la orden de los Barbas Grises, nuestros reporteros han viajado hasta Paraje de Ivar, la pequeña localidad al pie de la Garganta del Mundo, justo donde empieza ese ceremonial sendero ascendente. Al entrevistar al posadero local nos llegaron extrañas declaraciones: "Normalmente el Dovahkiin no suele tardar mucho en responder a la llamada, porque al día siguiente como mucho aquí que le tengo pidiendo hidromiel para afrontar la subida; pero el haberse retrasado... Espero que no le haya pasado nada y acuda pronto, porque los gritos de los locos de la montaña nos van a dejar sordos". Como este posadero, otros aldeanos de la localidad nos han manifestado su incomodidad ante el estruendo que provocan los gritos de la montaña: "¿Sabe usted lo que cuesta que mi hijo se duerma? ¿Y sabe usted la gracia que me hace que esos majaderos me lo despierten a voces a las tantas de la noche? Cualquier día de estos te juro que subo ahí y les pongo una mordaza en la boca", nos relató una de las aldeanas, demasiado frustrada.

Al llegar estos sucesos a oídos de los jarl, todos y cada uno de ellos pusieron una recompensa para encontrarle vivo (aunque cierto jarl intentó aprobar que la recompensa también se cobrase si se traía sólo la cabeza del Sangre de Dragón, sin éxito), de modo que mercenarios, aventureros, guardias e incluso la mujer frustrada de Paraje de Ivar se pusieron en marcha en todas direcciones, saliendo comitivas incluso hacia Cyrodiil y Páramo del Martillo, por si el héroe hubiese huido hacia dichas regiones.

Sin embargo, los buscadores no tardaron mucho en dar con noticias suyas, pues ciertos viajeros afirmaban que el héroe se encontraba medianamente bebido en la posada de Paraje de Rorik,e inmediatamente todos los caza recompensas pusieron rumbo a la aldea.

Efectivamente, el Dovahkiin estaba en la barra de la Posada La fruta gélida desahogándose con el posadero local, pero inmediatamente fue apresado y llevado en presencia del jarl Balgruuf, pues el Sangre de Dragón fue hallado en su Comarca. Una vez allí fue interrogado por el jarl en persona, para conocer las causas de su repentina desobediencia: "Siete mil escalones...", empezó diciendo el acusado, "Sube siete mil escalones un día, luego otro, luego otro y luego para descubrir que entre misión y misión los Barbas Grises te ordenan que hagas su colada, o bajes a Paraje de Ivar a comprar el pan, con el fin de hallar el Camino de la Voz realizando las más humildes tareas... Estoy harto. A mí ya me duelen las piernas de tanto subir y bajar para luego encontrarme con estas tonterías, así que dimito, ¡que se busquen a otro!"

Semejantes declaraciones dejaron completamente perplejos a los asistentes al interrogatorio, pero el jarl Balgruuf, firme, sentenció que "cansado o no no deja de ser el Dovahkiin, y por tanto tiene unas determinadas labores sociales que cumplir, por lo que si se niega a llevar a cabo su deber, será debidamente juzgado".

Así pues, el Sangre de Dragón recibirá pronto su debida sentencia, lo que retrasará inevitablemente su visita a Alto Hrothgar para desaliento de muchos de los que sufren el estruendo de las voces de los Barbas Grises, como la mujer antes mencionada, a quien también se juzgará por el delito de agresión al Dovahkiin e intento de atentado contra el mismo Alto Hrothgar. Esperemos que la situación se calme lo antes posible.

sábado, 13 de junio de 2015

La nieve no abandona Skyrim en uno de los años más fríos de la Historia

Como cada año, las localidades agrícolas de Skyrim celebran lo que ellos llaman "Fiesta de la Cosecha", realizando grandes festivales, ferias, recitales y todo tipo de banquetes para conmemorar la llegada de la primavera. Sin embargo, los aldeanos de la provincia se han visto obligados a posponer dicho evento indefinidamente por causas que escapan a su control. El motivo no es ni más ni menos que aquello que ya dio problemas hace ya medio año: el frío. 

Como ya se comentó en su día, una ola de frío intenso impidió la llegada a tiempo de los Tres Jarl Magos, causando, además, numerosos problemas en las regiones montañosas. Ese frío parece no haber disminuido en todo este tiempo, es más, ha aumentado de intensidad, afectando de manera crítica a las Comarcas de Soledad, Hibernalia, Lucero del Alba y Ventalia, manteniendo un intenso frío en el resto de Skyrim. Las intensas nevadas durante estos meses ha impedido también el tránsito de mercaderes y mensajeros por las vías, que, además de dichos problemas provocados por la nieve, se han llenado de trolls y de serpientes de hielo, lo que ha impedido que nuestros clientes pudieran estar al día de los escasos acontecimientos que se han producido.

Así pues, los nórdicos se han visto aislados cada vez más en sus aldeas y ciudades, incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas con regularidad. "Este frío no es normal", nos explica Horgeir, natural de Puente del Dragón, "a buen seguro que los magos están detrás de esto", añade, apesadumbrado. Al escuchar esta y otras declaraciones similares, nuestros corresponsales en Hibernalia se apresuraron a concertar una entrevista con el Archimago del Colegio, para verificar o negar estas acusaciones. Sin embargo, el Colegio mismo parece rodeado de una tormenta de hielo aún más intensa que en el resto de la provincia, mientras que la ciudad misma de Hibernalia está sumida en una inquietante calma entre tempestades. Korir, el jarl de esta nórdica comarca, nos relata de forma muy diplomática: "el Archimago y sus secuaces están haciendo lo posible por solventar esta situación, pues están aplicando todo su potencial en atraer hacia sí todo el mal tiempo para librar al resto de Skyrim del temporal. Por favor, tengan paciencia". Con esta extraña declaración nuestro corresponsal fue despachado del Gran Salón, no sin escuchar al jarl, casi entre susurros a su thane, "como esos ineptos del Colegio no hagan algo rápido no podré seguir defendiéndoles...", lo que hizo pensar que nadie sabía qué podía estar pasando.

Las sospechas sobre el Colegio de Hibernalia son cada vez más acusadas. El foco de este sobrenatural invierno tiene su foco, sin lugar a dudas, en esa arcana institución. Hoy por hoy, hasta los más pequeños les culpan de que sus amados Jarl Magos no viniesen a tiempo, pues hasta ellos les acusan del invierno.

Sin embargo, justo en mitad del día más frío que se recuerda, el invierno cesó inexplicablemente, dejando paso casi de improviso al calor propio de la primavera. Este repentino cambio ha hecho que muchos abrigos de piel fuesen abandonados por doquier, tanto en viviendas como en caminos, llegando, incluso, a haber gente que deambulaba en paños menores disfrutando del repentino buen tiempo, pero estas gentes fueron rápidamente encarceladas por escándalo público por la guardia.

Nadie es capaz de explicarse estos sucesos, ni siquiera los magos dan una solución al evento, pues su sede permanece cerrada a cal y canto, ajena al mundo exterior.  Así pues, todo Skyrim puede celebrar ahora sin problemas su fiesta de la Cosecha, mientras beben, cantan y bailan, no sin preguntarse qué ha podido pasar para que el invierno fuese tan duradero.

martes, 30 de diciembre de 2014

Los espectros de hielo impiden la llegada a Skyrim de los Tres Jarls Magos

Como cada año por estas fechas, Sus Majestades Mágicas acuden a todas las provincias de Tamriel desde su castillo oculto en algún lugar de las Islas Telvanni (aunque algunos piensan que proceden de la propia Akavir) para ofrecer increíbles espectáculos de magia para todos los públicos y repartir toda clase de regalos para los más pequeños que asistan a sus funciones, como bastones mágicos que invocan muñecos o espadas de madera encantadas para que los niños puedan entrenar. Incluso los más adultos no se quedan sin su obsequio: armaduras mágicas, espadas, calderos que cocinan solos, vestidos únicos… Toda una amplia gama de objetos que se reparten entre aquellos que tienen la buena fortuna de asistir a uno de los espectáculos que ofrecen Sus Majestades.

Pero este año, todo Skyrim se halla conmocionado por los sucesos acaecidos en el lejano noreste de la provincia: los Tres Jarls Magos de Oriente se encuentran atrapados sin remedio a apenas dos millas de las ruinas del Cobijo de los Refugiados, al Este de Ventalia, pues una increíble tormenta de hielo les ha cerrado el paso de las montañas que comunica Morrowind con Skyrim. El pánico comenzó a extenderse entre los más jóvenes al llegar la fecha de la tan esperada llegada de los Jarls Magos a Ventalia, pues los pregones que anuncian su llegada no acudieron ni el día previsto ni los siguientes. “Estarán haciendo un espectáculo especial en Morrowind”, comentaba uno de los padres a su hijo, “seguro que este año nos sorprenden con algo mucho más especial, por eso tardan tanto”. Aunque estas explicaciones parecieron calmarlos, tras dos días sin tener una sola noticia volvieron las inquietudes, los llantos y las rabietas, y cientos de niños preocupados asaltaron las calles de la capital de la Marca Oriental al grito de “¡Queremos a nuestro Jarl! ¡Queremos a nuestro Jarl!”, lo que provocó que el jarl Ulfric, gobernante de la ciudad, se llenara de orgullo y satisfacción ante semejantes alabanzas y saliese a la plaza principal a dar un discurso a tan jóvenes y fieles súbditos, pero fue estrepitosamente rechazado por los niños con un “¡A ti no te queremos! ¡Eres feo y no nos das regalos! ¡Queremos a los Tres Jarls Magos, buaaaaaaaaaaaaaa!”, por lo que Ulfric, enojado, cerró las puertas de su palacio profiriendo toda clase de improperios no aptos a oídos menores.

Ante general descontento, que se fue extendiendo por las nueve Comarcas, los jarls de Skyrim decidieron enviar una partida en busca de los Jarls de Oriente: “No podemos ni dormir”, afirma Elisif, de Soledad, “el berrinche de los niños (y de algunos adultos, todo sea dicho) no para ni por la noche, ¡es insufrible! Por eso tenemos que hacer algo rápido… ¡Por los Divinos, hace tres días que no pego ojo!” Como ella, muchos jarls, comandantes de la guardia y adultos en general están sufriendo las consecuencias del insomnio, paseando por las calles de ciudades y pueblos como muertos vivientes: “¡Que los Divinos nos amparen, los draugr asaltan Skyrim!” se reía un comerciante de Cyrodiil que acaba de ver el panorama al llegar a Riften.

Al fin, varias compañías de soldados de cada Comarca partieron rumbo a Marca Oriental y, aunque al principio el jarl Ulfric lo tomó como una invasión en toda regla y una traición por parte de sus aliados, al final tuvo que ceder y enviar a sus propias tropas incluso, ya que él, reconoció, tampoco podía dormir ni aunque se encerrase en la más profunda mazmorra del Palacio de los Reyes.

Tres días después de haber cruzado tan enorme ejército el Cobijo de Refugiados, regresaron habiendo sufrido innumerables bajas pero escoltando a los Jarls de Oriente, que estaban en un claro estado de congelación y padecían toda clase de heridas.

“La tormenta de nieve nublaba nuestra visión”, comentaba el jarl Siddgeir, de Falkreath, que había comandado a sus tropas, “apenas sabíamos qué podría esconderse a veinte pasos, pero aun así logramos encontrar a Sus Majestades de Oriente casi sin problemas, tan sólo seis de los nuestros habían sufrido algún percance debido al frío. Pero la vuelta… es otro cantar; los espectros de hielo nos tendieron una emboscada ¡fíjese! Bestias inmundas pensando en comunidad para matarnos a todos… ¡Vaya si casi lo consiguen…! Menos mal que contábamos con varios magos de Hibernalia, que conocen la magia del fuego, y con nuestras propias antorchas, oiga, que fueron más eficaces que las espadas y hachas… Por poco no lo contamos.”

Pese a todo, los Tres Jarls Magos llegaron, aunque en pésimas condiciones, a Ventalia, y ofrecieron un espectáculo jamás visto a los niños de allí antes de ser atendidos por el personal médico, pues, según nos explicaron, “la ilusión de los más pequeños fue nuestro impulso a seguir en las gélidas montañas; no podíamos defraudarlos, y ya que les hicimos esperar tanto, parece injusto hacerlos esperar más de lo debido mientras nos recuperamos. ¿Qué es nuestra salud comparada con la sonrisa y alegría de cientos de niños? Es más, ¿qué sería de nosotros sin ellos? Anunciamos de antemano que en cuanto tanto nuestros sirvientes como nosotros podamos caminar y proseguir el viaje, continuaremos por Skyrim repartiendo ilusión a su gente en estas fechas  en las que tanto se nos necesita.”


Con tales conmovedoras palabras de los Jarls de Oriente se despidieron de su audiencia de Ventalia para recuperarse en el plazo más corto posible, por lo que en breve se podrá disfrutar de su espectáculo en Hibernalia, como viene siendo tradición. 

viernes, 12 de diciembre de 2014

La posada “El otro vino” arrasa en su inauguración

La Comarca entera de Carrera Blanca miraba con expectación el desarrollo de las obras llevadas a cabo en los exteriores de Paraje de Rorik, en donde poco a poco se erigía una nueva posada muy austera de madera. La expectación crecía día a día al no abrirse al público nada más acabar la construcción, pues se siguieron viendo obreros entrando y saliendo del edificio hasta dos meses después de haberse techado la posada. Los aldeanos, intranquilos algunos y ansiosos los otros, clamaban a los dueños del local que abriesen pronto, pues habían prometido que en su inauguración repartirían “barriles y barriles de un vino único que jamás habrían probado para conmemorar la apertura”.

Pero no fue hasta tres meses después de que aparentemente hubiesen terminado las obras hasta que se enviaron mensajeros por todo Skyrim para publicitar la próxima apertura del local. Nuestros corresponsales pudieron confirmar que la mayoría de los jarls (excepto Ulfric e Igmund) iban a acudir a probar tan novedoso y misterioso vino.

Apenas una semana más tarde, la posada de Paraje de Rorik estaba completa, ocupando, incluso, la sala principal con sacos de dormir para que la gente pudiese alojarse hasta la inauguración. Tal era la cantidad de personas que habían acudido que incluso muchos habitantes quisieron sacar tajada del asunto: “¿Lo oye? Son cientos y cientos de septims resonando en los bolsillos de los viajeros, claro que se irán sin unos cuantos jeje” nos comentaba el hijo de la posadera, Erik, frotándose las manos mientras instala un puesto de “suvenires” a la entrada de la población. Otros de los lugareños alquilan sus propios salones a los viajeros o les ofrecen rutas guiadas por la región, todo a un módico precio, claro está. “Es increíble lo que una posada puede hacer, aun antes de saber siquiera qué es lo que nos venden… Con tal de que sea gratis todo el mundo viene, ¿no?” comentaba un viajero. El propio jarl Balgruuf, hospedado en la posada local, nos concedió una entrevista en exclusiva, en la que nos afirmó: “en un principio me mostraba reacio a aprobar la construcción de esa posada por su cercanía a este pueblo, pero ahora veo que puede ser un importante incentivo para la economía de la Comarca, ¡y eso sin ni siquiera haber abierto! Estoy ansioso por ver qué pasará los próximos días”, nos dijo, con un rostro excesivamente alegre, fruto de las tres jarras de hidromiel que parecía haberse tomado.

Al fin, el tan esperado día, o más bien noche, de la inauguración llegó, justo cuando tanto los habitantes y visitantes de Paraje de Rorik habían vaciado casi las reservas de vino e hidromiel del lugar y los alrededores. Nuestros reporteros en el lugar nos enviaban confusos informes, fruto sin duda de la borrachera que tendrían también: “Pueeeeeeees… Esto es muuuuuuy bonito jejejejeje… Hay gente muy muy muuuuuy majaaa… ¡Os queremos a todos!”, por lo que no podemos estar seguros de lo que pudo ocurrir exactamente más que por los pocos testigos que posteriormente llegaron a Carrera Blanca, como Bjorlam, el conductor de carruajes habitual de la Comarca, quien nos relató lo ocurrido: “Al principio todo fue normal, la gente se emborrachaba por las calles con el vino local y con las reservas que los propios jarls traían para la espera de antes de la inauguración. Los propietarios de la nueva posada esperaron a que todos estuviesen borrachos para abrir las puertas y repartir sus barriles. Yo estaba en el pueblo cuando lo vi. Hicieron pasar a todos a su local… Al principio no sabía cómo podían caber tantos en ese cuchitril hasta que me asomé por una ventana y vi que bajaban a un sótano, y era allí donde… donde… donde llenaban los barriles con la sangre de los asistentes. ¡¡En efecto, señores, era una posada para vampiros y su vino secreto era sangre! Se aprovecharon de los que iban más borrachos; gracias a los Divinos yo conseguí salvar a los jarls y llevármelos lejos de allí mientras se producía la terrible sangría… Aunque Balgruuf no paraba de gritarme que era un aguafiestas y que quería probar el vino, para luego ponerse a canturrear alguna balada de borracho medio dormido, ¡los daños del carro me los pagará, sin duda, ya puede ser el jarl o el Emperador, pero tengo un negocio respetable y le he salvado la vida! ¿Yo? ¿Que por qué no estaba borracho? ¡Un bueno conductor de carruajes debe estar siempre lúcido para lo que pueda ocurrir, jejeje!”

Tras este terrible testimonio, quedaba confirmada la muerte de casi doscientas personas que se creían borrachas y desmelenadas en el interior de la Posada “El otro vino”, una triste tragedia irreparable.

Seguiremos informando de las nuevas noticias que nos lleguen desde la posada, aunque hemos de notar que el turismo en Paraje de Rorik ha pasado a ser un lugar de interés turístico vampírico, señalado en la Guía de Skyrim para el Vampiro Errante, muy a pesar de los pobres habitantes del lugar, que día a día son menos tanto por la “sed” vampírica como por el miedo que les lleva a abandonar sus hogares y refugiarse en las grandes ciudades, suplicando, en vano, el envío de tropas a Paraje de Rorik, pues las autoridades han anunciado que darán lugar a las acciones legales pertinentes, enviándose mensajeros con órdenes de arresto para los propietarios del lugar (aunque sospechamos que también servirán para llenar barriles, pero así es el protocolo…).

viernes, 10 de octubre de 2014

Aprobada la nueva ley de Identificación de Aventureros

Desde hace tiempo, muchos comerciantes, mercaderes y viajeros en general han presentado numerosas quejas ante los jarls debido al fraude al que se han visto sometidos por culpa de ciertos “aventureros” que esconden bajo la máscara de heroicidad su verdadera personalidad.

“Yo iba tranquilamente por el camino a Soledad para visitar a mi madre”, afirma uno de los afectados, “y de repente un supuesto aventurero me sale al paso argumentando que necesitaría protección por el camino debido a la presencia de bandidos. Yo le dije que me hago esa misma ruta una vez al mes sin incidentes, y que por ahí no hay bandidos ni pamplinas, pero va el tío y se cabrea. Eso sí, poco después de darle la patada, un grupo de bandidos, con ÉL a la cabeza, me asaltan, ¡Exijo justicia!”. Muchos transeúntes como él han denunciado hechos parecidos, en los que un “héroe” ofrece sus servicios a un alto precio, cuando en realidad es un bandido más que quiere sacar provecho de los desprevenidos.

Es por todo ello que la jarl Elisif la Justa ha decretado que, en el plazo máximo de un mes, todos los aventureros que realmente ejerzan como tal deberán personarse en el Castillo Severo de Soledad, en donde se les realizarán determinadas pruebas cuestionarios dedicados a la confirmación de sus actividades, para prevenir la usurpación de identidades o que un bandido se cuele en nuestro sistema de registro y obtenga una identificación que no le corresponde.

Sin embargo, pese a la reciente promulgación, muchos guardias y soldados de diversas comarcas ya han empezado con los registros de aventureros, para comprobar su identidad y el permiso que les permite ejercer como tal. Muchos de ellos, al no haber obtenido aún información alguna acerca de la ley, fueron arrestados al no poseer dichos documentos, por precaución según la guardia.

“¡Por todos los daedra! ¿Pero yo qué iba a saber? Llevo meses en las montañas de la Cuenca, tras la pista de un peligroso grupo de Renegados, ¿y me vienen ahora los guardias a arrestarme por ir sin licencia? ¡Pero si les he salvado decenas de veces! ¿En qué mundo vivimos…?”, nos relata, afectado, uno de los aventureros de más renombre de la Cuenca, que fue encarcelado en las mazmorras de Markarth una semana después de la promulgación de la ley. Como él, muchos aventureros reconocidos se han visto entre rejas, bien por desinformación o bien por haberse hallado cerca de lugares “sospechosos” durante la realización de las redadas de los guardias. En cualquier caso, muchos de ellos serán llevados a juicio para determinar si realmente son aventureros o si, por el contrario, han estado burlándose de la gente a costa de ello.

“Sinceramente, creo que esta ley puede desenmascarar a muchos impostores”, afirma uno de los viajeros afectados por la falsedad de los bandidos, “pero también puede generar desestabilidad al no poder confiar en nadie que no lleve el documento oficial firmado por Tulio… y, ¿quién nos dice que el que porte esos papeles no ha matado a su anterior propietario y ahora se hace pasar por él? Esto va a generar más problemas de los que ya hay, se lo digo yo”.

Continuaremos informando sobre los pobres aventureros inocentes de todo cargo que se hallan en prisión, así como del desarrollo de esta nueva normativa, que ya está empezando a generar inseguridad y paranoia en las calles.